He visto en Buenos Aires el apogeo más grande que un poeta
de nuestra raza haya recibido, las grandes multitudes oían con emoción y llanto
sus tragedias de inaudita opulencia verbal. En ella se renovaba cobrando nuevo
fulgor fosfórico el eterno drama español, el amor y la muerte bailando una
danza furiosa, el amor o la muerte enmascarados o desnudos.
Pablo Neruda

